Cuando yacía congelándose, se dio cuenta de que esa noche acabaría su vida. Ya pidiendo en silencio por una muerte rápida, de repente, en su estado de semiinconsciencia, sintió como era cubierto por un caliente abrigo. Poco después recuperó la consciencia, y vio que una vaca había estercolado generosamente sobre él.
El nuevo soplo de vida y el supremo confort que sintió le hicieron muy feliz, así que comenzó a cantar. Un gato que pasaba por allí oyó los gorgojos, localizó la boñiga y cuidadosamente removió los excrementos para descubrir al pequeño gorrión, al cual rápidamente se comió.
Hay tres moralejas en esta historia:
1.- Si alguien se caga en tí, no es necesariamente tu enemigo.
2.- Si alguien te saca de la mierda, no es necesariamente tu amigo.
3.- Si estás con la mierda al cuello, pero feliz, mantén la boca cerrada.
2 comentarios:
Excelente!!! Seba!!! sos mi idolo!!!! aplausos al mejor!!! besos
jeje graxx...de nada...proxx mas moralejas
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